lunes, 3 de agosto de 2009

Biografía 7



ZAZPI


(61 a X años) RESIGNACIÓN



La podrida situación de mi tierra vasca, cuyo hedor no podían soportar mis grandes y sensibles narices, hizo imposible mi vida en ella. Poco a poco, primero en kilómetros y luego en mente, me fui alejando de ella.


No puedo vivir en una tierra en que su gente va custodiada por matones para evitar a otros matones.


No puedo vivir en una tierra donde se negocia con muertos sobre la mesa y si no matas mucho, no te consideran.


No puedo vivir en una tierra donde se instaló el pesebre como objetivo.


No puedo vivir en una tierra donde nadie busca el encuentro si no la diferencia que concede réditos.


No puedo vivir en una tierra que no reconoce a los que la llevaron a la democracia.


Quizás algún día, pero yo no lo veré, surja un líder carismático, que como Cristo arrojó del Templo, arroje de las instituciones a los farsantes y coloque a gentes dispuestas a trabajar por su pueblo vasco, en cualquiera de las ramas que hoy tiene el viejo roble; su rama enraizada en la tribu, su nueva rama de extranjeros y españoles, y esa curiosa rama de vascos nacidos en casa y con raíces en otra tierra. Todos estos vascos, deben querer lo mejor para su tierra, y si las siglas y los prejuicios no los nublan, algún día caerán en la cuenta de sus errores.


Seguro que la lucha armada vasca de liberación nacional, es el mayor obstáculo para la supervivencia del auténtico Pueblo Vasco, dirigí, como toda mi vida he hecho, reflexiones escritas, (algunas públicas) a los agentes con poder de solución al momento vasco. Una carta privada al mako (cárcel), fue remitida a la prensa, con lo que su publicidad rompió el efecto buscado. En ella, daba mis criterios para el debate clandestino de los presos de ETA, que, para mí, son los llamados a pedir la disolución inmediata de la organización.


Quiero creer que sirvió para algo, y que la entrada en razón de mi antiguo compañero Shanti Arrozpide, tuvo algo que ver en ello.


Ese grupo de presos que reman contracorriente, tienen la llave del cese de la lucha armada. Deben ser apoyados.


Escribí algunos libros, por desahogo en algunos momentos duros de mi vida.


Jirones de amor, desamor, y lucha vasca” en la editorial Eguzki Taldea, cuando me vi acosado por el GAL.


Quo Vadis, Euskaherria?” de editorial Incipit, cuando me agobiaba el rumbo de mi tierra.


Vasco rebelde” de editorial Bubok, cuando la suerte de los presos y de los nuevos aspirantes, me quitaba el sueño.


Saga Vasca”, inédito, como un legado a mis descendientes.





Yo vivo en una isla, República Dominicana, país con muchas carencias, y con una diferente cultura. Desde aquí, veo muy nítida, la esencia del conflicto vasco. Y me apeno.


Lo que queda de mi persona, físicamente dañada, pero psíquicamente perfecta, lo pongo día a día al servicio de mi gente, aquellos que me ayudan y yo les ayudo, en trueque permanente. Vivimos en la escasez, esperando que la luz, el agua, las carreteras, y el trabajo, no sigan faltando. Somos pobres en lo material pero muy ricos en lo espiritual, y los buenos y los malos (que los hay) nos respetamos y nos sonreímos al pasar y presentamos la alegría contra la adversidad. Aquí me amanso, olvido la estupidez reinante en mi patria, disfruto de la amistad, recobro la lucidez para buscar el sentido a la muerte, pues a la vida ya se lo encontré hace tiempo. Me llaman “Negromirena”, y con mi familia morena, comparto lo que no me dio mi tierra; la paz y tranquilidad.


Vivo razonablemente feliz, esperando que la muerte me coja con la sonrisa en los labios.

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